Mi Comuna

Historia

Cada uno de los pueblos de nuestra actual Provincia, tuvo en épocas pasadas una importancia vital en el propósito de incorporar los suelos de la Araucanía. En esta oportunidad vamos a recordar la Historia de “Los Sauces”, un vecino que ha logrado sobreponerse a muchas adversidades.

A principios de 1874, la Frontera gozaba de cierta tranquilidad, pues el levantamiento de los araucanos de fines de la década anterior se había apaciguado. Sin embargo era necesario continuar la Ocupación, la que seguía la lógica de la Línea  de Fuertes del rio Malleco, la siguiente era la Línea del Traiguén, según el Plan original ideado por Cornelio Saavedra. Para ello se debía asegurar el dominio de esa región, lo cual llevo al Comandante de la época don Basilio Urrutia a elevar una solicitud al Gobierno, quien lo autorizo para avanzar 30 km al Sur, para establecer un Fuerte que comunicase a Lumaco y Puren. Urrutia se dedico a preparar en Angol,  la expedición en el invierno de 1874, la que incluía todos los pertrechos para la Empresa, desde víveres hasta la madera para la construcción.

A fines de ese año salieron desde Angol 200 hombres de infantería, con dos piezas de artillería para asegurar el lugar. Fue así como un 28 de diciembre de 1874 se funda el Fuerte “Juan Colipi de Los Sauces”, el cual se instalo en la meseta del actual Gimnasio Municipal, frente a una laguna que existía al oriente, terrenos que aun en nuestros días de lluvia, se inunda recordando su antigua topografía. Este primer nombre se debe a que esos terrenos pertenecían al Cacique  Colipi. En 1875 se extiende el Decreto que crea la Subdelegación de Los Sauces, dependiente de Angol hasta el año 1891, año que  crea la comuna.

Durante sus primeros años de vida, Los Sauces tuvo una población que no paso de los 800 a 1000 habitantes. Especialmente duro fue el año de 1887 donde hubo de hacer frente a la epidemia de Cólera, en la cual fallecían un promedio de 10 personas por día.  En la década siguiente Los Sauces tendría un explosivo desarrollo, producto de la explotación triguera, llego a contar con varios Molinos, una fábrica de Cerveza y otras industrias, su Estación de Ferrocarril, el cual llego en 1886, tenía un constante movimiento y sus propios periódicos “El Agricultor” que circulo los años 1898-1899; El Clarín 1921-1922.